3 de octubre de 2019, Alcorisa
Chocolates Artesanos Isabel: conciencia, calidad y respeto
Teruel existe, ¡vaya si existe! ¡Y cuántas cosas interesantes se mueven! Cosas sorprendentes y desconocidas como que el primer chocolate a la taza que se preparó en toda Europa fue en el Monasterio de Piedra tocando con la provincia de Teruel. Y en Alcorisa, también en Teruel, se encuentra la única productora de chocolate artesano, ecológico y de comercio justo que hay en España y una de las pocas de Europa que elabora su chocolate directamente de la semilla. Y como no podía ser de otra forma pedaleamos con ganas e ilusionadas para conocer a Isabel Félez una mujer increíble con la que compartimos dos preciosos días junto a sus hijas Eva y Jone. Y nos sumergimos en el mágico mundo de Chocolates artesanos Isabel
Con Isabel conocimos muchas nuevas cosas sobre el cacao o theobroma. Nos explicó que el cacao es un superalimento con elevadas cantidades de antioxidantes así como vitaminas, flavonoides, magnesio, hierro y calcio. “En España apenas hay cultura del cacao. Mientras sí existe cultura de otros alimentos, como el vino o el aceite (cultura que va creciendo, en gran parte gracias al impulso de las catas), el cacao y el chocolate son productos más desconocidos por la población en cuanto a conocimientos sobre estos.” Nos contaba Isabel, y es que ¡el cacao encierra más aromas que el vino!
Isabel es una mujer profesional, comprometida, resolutiva, eficaz y muy capaz. De pequeña se imaginaba como médica viajando por el mundo con Médicos Sin Fronteras, pero ya se sabe que la vida tiene preparado un camino para cada una y, con 17 años empezó a estudiar pastelería y se marchó a Barcelona para aprender con renombrados pasteleros. Volvió a Alcorisa y en 2007 abrió una preciosa pastelería bombonería artesana en la que la calidad de las materias primas era algo fundamental. Buscaba materias primas lo más locales posible y a poder ser de procedencia ecológica, pero le resultaba muy complicado. Rápidamente Isabel y su repostería fueron reconocidas. En 2009 la llamaron para representar a España en el Mundial de las Artes Dulces. Hizo un parón para prepararse y estuvo formándose en Bélgica y Francia donde “vi más conciencia con el comercio justo y la agricultura ecológica, empresas que lo integraban de forma natural, y pensé: si lo hacen aquí, es que se puede hacer también en otros lugares, ¿no?” nos contó Isabel. “En pastelería siempre se habla de calidad pero que entendemos por calidad? Que tenga un sabor delicado y exquisito y una imagen y diseño cuidado ¿sólo eso?” reflexionaba. Para Isabel la calidad va mucho más allá. “Calidad es que las materias primas con las que se trabaja sean saludables y no hayan contaminado el medio en su producción. Calidad es que las personas que han estado cultivando el cacao, y la caña de azúcar lo hagan en unas condiciones dignas que respeten sus derechos. Calidad es saber elegir esos productos locales que apoyan la economía del territorio. Todos estos parámetros deberían tenerse en cuenta también cuando hablamos de calidad.”
Y por ello a la vuelta de su estancia en Europa decidió darle una vuelta al negocio, y centrarse en la elaboración de chocolate artesano, y hacerlo elaborándolo directamente desde la semilla, porque es la única manera de poder conocer cuál es la verdadera procedencia del cacao. El 70% del cacao mundial no sabes claro en qué condiciones se produce y en muchos casos se produce a costa de la salud y los derechos de campesinas y campesinos. “Si eres mínimamente sensible, ves que es una barbaridad que para que comamos chocolate haya gente sufriendo”. Quería obtener el sello de comercio Justo, así que se puso en contacto con la asociación de comercio justo Fairtrade Ibérica, en la que en ese momento no había ninguna empresa tan pequeña (Chocolates Isabel tenía menos de 10 trabajadoras). Tras estudiar las alternativas logró que se crease un modelo a escala, que implementaron a iniciativa suya, convirtiéndose en la primera pequeña empresa española certificada en Comercio Justo. El cacao, el azúcar de caña y la panela que utiliza son siempre de Comercio Justo.
La mayoría de chocolate que se vende, se fabrica directamente a partir de la pasta de cacao elaborada mezclando distintos tipos de semillas de cacao que ha sido tostado previamente. Incluso conocidas marcas de chocolate elaboran sus productos a partir de esta pasta comercial y en ese proceso se pierden muchos aromas. Isabel consideraba esencial, para poder conocer el origen del cacao y controlar el proceso de tostado (y con él conservar el máximo de aromas), trabajar directamente desde la semilla. Y esto es lo que hace. Importa directamente las semillas de cacao de distintas procedencias, y las tuesta directamente en su obrador. En Europa y en EEUU el movimiento Bean to bar (de la semilla a la tableta) está más extendido y hay muchos artesanos que trabajan directamente con semillas de cacao. En España es un movimiento muy reciente, pero este año se ha creado la Asociación para el fomento del chocolate Bean to Bar de Tueste Artesano de España.
La conciencia de Chocolates Isabel sobre el impacto de las materias primas también se encuentra respecto a la producción ecológica. Desde 2013, están certificadas en ecológico y utilizan sólo productos de agricultura ecológica, lo que en ocasiones puede presentar algunos inconvenientes. “Intentamos trabajar con productos de temporada y a veces no hay según qué cosas”, o hay escasez. Pero al ser una empresa pequeña con una amplia gama de sabores y productos distintos que les permite ser flexibles. La vinculación con lo local es importante y se extiende al uso de productos de la zona, como el aceite del Bajo Aragón variedad empeltre (que sustituye a la mantequilla) o las almendras, e incorporan en sus sabores de productos próximos como el azafrán o las trufas.
Actualmente en Chocolates Artesanos Isabel trabajan 13 mujeres: Pili, Pilar, Patricia, Ana, Azucena, Alicia, María José, Isabel y Violeta en Alcorisa, Isabel en Madrid y María en Francia. . Una empresa flexible que se adapta a las realidades y las necesidades de las personas que lo integran. Tienen claro que en las zonas rurales es importante favorecer la conciliación del trabajo con la vida familiar. Ellas lo consiguen mediante jornadas flexibles para que las mujeres no tengan dificultades en incorporarse al mercado laboral. Algo importante en un entorno rural donde la despoblación es una amenaza y hay un problema muy grande de paro femenino. Cuando Isabel fue madre tomó conciencia de lo esencial de poder disponer de tiempo al margen de la vida profesional para poder dedicarla a su hija. Y fue en ese momento cuando la empresa dio un giro: dejó a un lado la actividad repostera, que exige trabajar los fines de semana y se centró en la producción de chocolates.
Y es que Chocolates Isabel lleva la responsabilidad social en su ADN, no solo en la materia prima de su producto, sino a todos los niveles. Son sensibles por atender a personas con problemas alimentarios, como los intolerantes a la lactosa o al gluten, buscando que no haya alérgenos en sus recetas, y prescinden también de aditivos artificiales. Los envoltorios buscan ser lo más sostenibles posible, “al principio, intentamos usar cartón reciclado, pero el chocolate es muy sensible y como en el reciclaje se usan muchos productos químicos, no era adecuado”, recuerda. Optaron por usar cartón. Encontraron trazabilidad FSC que garantiza que viene de bosques que se repueblan y se explotan de forma responsable. Han reducido al máximo el uso de plásticos y ahora están buscando una alternativa de origen vegetal biodegradable. Son clientes de la banca ética, pertenecen a la Red de Economía Alternativa y Solidaria y al Mercado Social de Aragón y la energía que consumen procede de fuentes renovables.
Y sin olvidar los deliciosos y sorprendentes productos que elaboran en el obrador a vista de quien se acerque al obrador. Allí se puede ver a parte del equipo trabajando en un ambiente tranquilo y agradable. Porque ¡vaya qué chocolates!, de calidad reconocida internacionalmente han elaborado chocolates para eventos como el Torneo de Tenis Roland-Garros, la vuelta ciclista a España, Paris Fashion Week…. Y no solo lo decimos nosotras sino que los numerosos premios internacionales que han ganado también lo demuestran.
Y es que Chocolates Isabel es un ejemplo de una pequeña empresa, situada en un pequeño pueblo de Teruel construida desde la conciencia, el amor, el respeto y el saber hacer. Isabel Félez una grandísima mujer que nos tiene robado el corazón… ¡Y el paladar!
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[…] “Calidad es que las materias primas con las que se trabaja sean saludables y no hayan contaminado el medio en su producción. Calidad es que las personas que han estado cultivando el cacao, y la caña de azúcar lo hagan en unas condiciones dignas que respeten sus derechos. Calidad es saber elegir esos productos locales que apoyan la economía del territorio.” Chocolates Isabel, Alcorisa […]