
Asamblea anual Biela y Tierra 2025
Este primer fin de semana de diciembre volvimos a encontrarnos para celebrar la Asamblea Anual de Biela y Tierra 2025, esta vez de nuevo en Aragón entre tierras de la provincia de Zaragoza y Teruel, Comarca del Jiloca y el Campo de Daroca pedaleando por los paisajes invernales. Tres días llenos de pedaladas, reflexiones, creaciones, viandas y movimiento rural.
El primer día, el sábado 6, comenzó temprano en Calamocha, donde nos juntamos la mayor parte del grupo: reencuetros, abrazos, puesta a punto de bicicletas y darnos ánimos para la ruta que nos esperaba. Nuestra siguiente parada sería en Torralba de los Sisones. Después de un buen repechón y con el viento en contra llegamos a conocer a EntreCabritos. Marta y Óscar, quienes lideran este proyecto de ganadería extensiva, nos explicaron cómo, porqué y cuándo decidieron cambiar su vida de ciudad para volver al pueblo de Marta y tener su propio rebaño. Tras la Covid 19 vieron claro que su vida debía estar más en contacto con la naturaleza y qué mejor manera que la siguiente: una ganadería caprina ecológica, ligada al territorio, al pastoreo tradicional y transformación de producto.



Marta y Óscar nos hablaron de sus motivaciones, de la importancia de cuidar el entorno y de la apuesta por un modelo que dignifica la vida rural. Nos acercamos a la finca donde estaba el rebaño para conocer de cerca su forma de trabajar y compartir un rato precioso entre cabras, perros, burros, paisajes infinitos y conversaciones que inspiran. Disfrutamos de un picoteo probando algunos de sus productos. Marta y Óscar cuidan cada detalle de su rebaño y de la venta del producto. Conscientes de que cada vez se come menos cabrito y la venta se concentra para navidades le dieron buenas vueltas a su modelo de negocio. Nos contaban que siguiendo el ciclo natural del rebaño los cabritos estarían listos para primavera, no para navidades. Y encontraron la opción perfecta: sacrifican los cabritos en primavera, los asan a baja temperatura en una cocina profesional y luego los envasan para poder venderlos en navidades. Además, para ampliar la oferta ahora han lanzado paté y otros productos en conserva. Marta y Oscar lo tienen claro y cuidan hasta el último detalle. El diseño de la imagen, las cajas en las que envían el producto, y la pequeña tiendita que tienen en el pueblo son preciosas. Además ofrecen visitas a la finca para conocer las cabras y el importante trabajo que hace el rebaño de desbroce y manteniendo de los montes. Un ejemplo vivo de amor a su pueblo y a su territorio.



Por la tarde emprendimos otro tramo ciclista hacia Cubel, donde nos esperaba una acogida estupenda incluyendo disco móvil, cena compartida (ese formato que tanto nos gusta porque cada persona aporta un pedazo de sí misma a la mesa común) risas y bailes. Dormimos todas juntas en un espacio cedido por el pueblo calentito y con colchones, lo cual se agradeció mucho en estas fechas. Llegamos a Cubel de la mano de las compañeras de ODS RuralLabs con las que colaboramos y que también tienen un grupo en este pueblo.



El domingo comenzó con energía gracias al Encuentro de Urdimbre: Creatividad, Ruralidad y Juventud, parte del proyecto La Rueca, que venimos desarrollando junto a Recreando Estudio y que tantas alegrías nos está dando este 2025. Fue un espacio para imaginar futuros, repensar el territorio y escuchar a quienes lo habitan y transforman. Desde Biela y Tierra realizamos un taller participativo para saber qué necesidades y cómo afrontarlas tienen nuestros pueblos vivos. Recreando Estudio elaboró un precioso taller de collages donde las participantes dejaron volar su creatividad. A mediodía llegó el vermú y después una comida popular junto a la gente del pueblo, un momento de convivencia que nos permitió seguir tejiendo vínculos con Cubel.



Por la tarde celebramos la Asamblea anual de Biela y Tierra, un espacio de balance, decisiones compartidas y sueños en común. Como colofón, disfrutamos del concierto del Grupo Supersonic, que puso ritmo y buen humor a la noche antes de la cena de bocadillos y disco móvil de nuevo. La conga tampoco no faltó en esta ocasión. El lunes tocó recoger, despedirnos y emprender el camino de vuelta, con el corazón lleno y muchas ideas para seguir pedaleando juntas este nuevo año. Yhovana marchó el día anterior y Valentín y Ana fueron las primeras en salir para coger el bus en Daroca. Después Merry y Fermín pusieron rumbo a Calatayud para llegar al tren y Andrés, Isa, Oihana, Ichi, Eva, Nerea, Edurne y Ana pedaleamos hacia el este en busca de la Laguna de Gallocanta. Una pena que la última jornada de pedaleo fuese con niebla pero las conversaciones y el apoyo mutuo nos ayudaron a llegar a cada lugar.



Gracias a quienes participasteis, a quienes acogisteis al grupo, a quienes, acompañasteis, abristeis espacios o simplemente estuvisteis ahí. Y gracias a Cubel por recibirnos con tanto cariño.
Seguimos pedaleando, compartiendo y construyendo comunidad.






