19 de agosto de 2021, Ejulve
Cultiva saberes, cosecha futuro
Entramos en la comarca Andorra –Sierra de Arcos desde Cuencas Mineras por el puerto de Majalinos, puerto de primera categoría que nos llevó hasta los 1450 m y a disfrutar de unas espectaculares vistas. Nuestra primera parada en esta comarca fue Ejulve, histórica puerta de entrada al Maestrazgo y el punto de partida de la ruta turística The Silent Route. La actividad minera ha marcado profundamente la economía de la zona, pero con la desaparición de las minas y el cierre de las centrales térmicas se ha impuesto reorientar su actividad económica. Apostar por la sostenibilidad y el apoyo a la producción local y artesana se ha convertido en una prioridad desde la comarca. Estos valores son coincidentes con Biela y Tierra así como la fuerza de este territorio que pulsa con corazón de mujer. Marta Sancho es la primera mujer que preside la comarca e impulsora del Plan de Sostenibilidad Turística en Destino que propone el turismo sostenible como palanca de desarrollo y convertir a la comarca en un destino inteligente basado en la sostenibilidad, el bienestar, la salud, la armonía, la calma y el equilibrio.
Otras mujeres valientes y decididas viven en estas tierras. Ejemplo de ello es Luisa de Quesos Artesanos Los Santanales en Ejulve. Es expresiva, jovial y divertida con una energía que desborda. Hace 33 años que se mudó a Ejulve desde Mosqueruela, su pueblo natal. Llegó sin saber nada de animales para unirse al proyecto de su compañero Pedro que se había echado cabras. “La familia de Pedro desciende de Ejulve y tenían aquí tierras. Mi suegro era veterinario y nos animó con las cabras. Al principio vendíamos la leche y después de 2 años decidimos montar la quesería” nos decía Luisa. Pedro se formó como quesero en Cantabria y en Murcia. Tienen un rebaño de 250 cabras murciano granaínas. Las organizan en tres lotes y tienen leche para elaborar queso fresco, semicurado y curado. Compran leche a una vaquería de Alcorisa para hacer queso de cabra y mezcla de vaca y cabra. ¡Todos ellos riquísimos!
Luisa es también una de las productoras del Mercado Agroecológico y Local del Norte de Teruel que se celebra el tercer jueves de cada mes en Andorra. “Sobre todo sirve para concienciar, para que las personas conozcan de dónde vienen los alimentos y aprendan a diferenciar el alimento industrial del alimento artesano” nos explicó Luisa. Nuestro consumo es un acto político. Cada vez que vamos a comprar estamos apostando por un modelo de mundo u otro. Si llenamos nuestra cesta de productos industriales producidos por multinacionales y distribuidos en grandes supermercados, el beneficio recae en grandes lobbies que apuestan por un mundo homogéneo y hacen del alimento una mercancía. Si compramos productos artesanales de pequeños proyectos familiares en nuestro mundo rural, apoyamos que nuestros pueblos conserven su paisaje, su paisanaje y su riqueza. Además, estos productos nacen del cariño y dedicación de los artesanos que los producen, son mucho más sanos con las personas y el planeta. “Deberíamos poner más intención en nuestro consumo, en lo que comemos. Si nos alimentásemos de una manera más saludable no tendríamos muchas de las enfermedades que nos rodean” reflexionaba Luisa.
Pero las dificultades de los proyectos familiares como Quesos Los Santanales son muchas. “Somos muy pequeños. Elaboramos a diario y como tenemos una parte importante de producto fresco tenemos que venderlo rápido. En Teruel hay muy poca población y cada vez que repartimos debemos hacer muchos kilómetros. La venta online es complicada porque las empresas de reparto no llegan a Ejulve si no es por una cantidad determinada y la mayor parte de veces no llegamos”. Esto sumado a la burocracia y papeleo se convierte en una losa que han de superar. “Aunque dicen que están apoyando a los pueblos, yo no lo noto. Nos exigen muchísimo” nos decía Luisa. A pesar de las dificultades, sigue con la quesería y sus animales.
“Yo quiero un montón a las cabras, pero me ha costado mucho aprender. Por la mañana voy a ordeñarlas y por la tarde salimos a los pastos. Notas como cada una tiene su carácter, las hay más revoltosas y otras más tranquilas. Las llamo y vienen todas. Hemos ido aprendiendo juntas, las cabras y yo, cómo formar un buen rebaño. Cuando empecé las ganaderías eran mucho más humanas, más pequeñas, había un trato de más cariño. Ahora todo tiende a hacerse grande e intensivo. La ganadería extensiva se va dejando por muchos aspectos, actualmente está muy mal. Aquí tenemos mucha tierra, es un territorio ideal y podría hacerse muy bien” recordaba Luisa. Reconocer el valor de la ganadería extensiva urge. Es la ganadería que se adapta al medio y lo complementa, esencial para los animales y las personas porque “cuanto más desconectada estás de la tierra más estrés, ansiedad, irritabilidad, individualidad tienes. Si te vas un día a la montaña aunque no sepas meditar, meditas y no te hace falta ninguna pastilla”.
Los días de nuestra visita fueron movidos: un día las cabras se escaparon, otro día el reparto se complicó, al siguiente estuvo lloviendo sin parar… Luisa, para, respira y recuerda que: “en lo rural empatizas más con lo exterior, te adaptas. Cuando vives y dependes de la naturaleza aprendes a tener paciencia y a que todo no se puede controlar”. Nos quitamos el sombrero frente al esfuerzo y dedicación del sector primario que trabaja cada día por proveernos de alimentos sanos justos y sostenibles. Bien lo saben Estrella y Pili, hijas de Pedro y Luisa que ayudan esporádicamente en la quesería y que por ahora tienen otros intereses. Luisa reflexionaba “la quesería siempre estará ahí para ellas pero les animo a salir para que aprendan y conozcan otras cosas. Para valorar lo que tienen en casa han de verlo desde fuera. Si la mayor parte de tu vida es trabajar, has de encontrar eso que te gusta. A mí me gustan las cabras y la quesería. Quiero que mis hijas elijan lo que a ellas les guste”.
Nuestra estancia en Ejulve nos trajo aromas de hogar. El azar nos llevó a encontrarnos con Chemi y Cristina, amistades de Zaragoza, que nos acogieron y nos hicieron formar parte de su bonita familia junto a Jesús e Isabel, padres de Chemi. Jesús es de Ejulve y se crio hasta los 11 años en la masada La Solana. Con mucho cariño, recuerda sus vivencias masoveras y las ha recogido en su libro Memoría de las Raíces. Esta familia nos llevó a conocer los orígenes de Jesús. Esta masada está en lo alto y desde ahí se domina un paisaje con Villarluengo al fondo, el alto de Valloré, el Risco de Peñarroya, el Puntal y la Muela del Galabardal. Jesús nos enseñó la masía por dentro y recordaba la vida y las labores cotidianas: acarrear los fajos de paja para rellenar el pajar, recoger el pipirigallo o trillar el trigo en la era eran algunas. “Este paisaje también era distinto. Antes del incendio del 2009 casi todo eran sabinas, ahora estoy plantando algunas alrededor para recuperar el hábitat que tanto me gusta” decía Jesús. En nuestra visita a La Solana aprovechamos a echar una mano en las labores: vaciar el antiguo pajar para darle un nuevo uso. Estamos deseando poder volver y disfrutar de la nueva vida que van a darle a este espacio.
Otra de las sorpresas que nos trajo la familia Calvo Alfonso fue encontrarnos con el fotógrafo Luis Areñas un enamorado de la fotografía analógica y de calidad, al igual que Cristina de Rara Avis Fotografía que trabajan con la cámara minutera. Fueron juntos a una feria de fotografía analógica en Vilassar de Dalt y buscando cámaras antiguas encontraron una cámara de fuelle con más de 100 años, de madera en muy buen estado. Luis no pudo resistirse. Tuvimos la inmensa suerte de que nos retratase con esta cámara como lo hacían a principios de S. XX los fotógrafos ambulantes que llevaban la magia de la fotografía a nuestros pueblos.
El paso de Biela y Tierra por Andorra – Sierra de Arcos nos ha llevado también a colaborar junto con la comarca en la campaña #CultivaSaberesCosechaFuturo. Con este proyecto queremos vincular la promoción del valor medioambiental de la comarca con la actividad económica sostenible, la vida saludable y el disfrute de la naturaleza. Durante nuestro viaje en estas tierras mostraremos lugares de alto valor paisajístico y natural, así como proyectos productivos artísticos, artesanales y alimentarios de calidad diferenciada. Es la primera actividad que se pondrá en marcha en el marco del Plan de Sostenibilidad Turística que desarrolla la comarca. Estamos deseando pedalear más por estas tierras y seguir cultivando saberes para cosechar futuro.