19 de junio de 2019, Lodoso
Puentes entre pueblos y ciudades
A pocos kilómetros de la ciudad de Burgos se encuentra Lodoso, un pequeño pueblo que habitan 20 personas en invierno. En verano y los fines de semana, las calles se llenan de vida. La proximidad a la capital hace que siempre que pueden vuelvan a Lodoso las familias originarias de allí.
Esta cercanía también ha hecho que la Asociación Astronómica de Burgos se interesara por este lugar. Javi, hijo de Lodoso y miembro de dicha asociación, propuso Lodoso como un lugar idóneo para observar el cielo sin contaminación lumínica. De esta forma, la Asociación Cultural Amigos de Lodoso y la Asociación Astronómica de Burgos llegaron a un acuerdo: la primera ofrecía el terreno y la construcción de un observatorio y la segunda ponía a su disposición los conocimientos y equipos requeridos. Así, en 2001 gentes de todas las edades de Lodoso participaron en la construcción de este espacio. Cabe remarcar la complejidad en la fabricación de la cúpula móvil que realizó con esmero Javi, y que permite su apertura para observar las estrellas. A día de hoy, el complejo consta de dos construcciones: el observatorio Mizar, con la cúpula móvil y el observatorio Alcor, con un techo móvil especial para fotografiar la cúpula celeste. Estos nombres, Mizar y Alcor, son dos de las estrellas de la cola de la constelación de la Osa Mayor. Símbolo de la Asociación Astronómica de Burgos.
Estuvimos con Enrique, presidente de la Asociación Astronómica de Burgos y su compañero Ricardo. Nos hablaron de la importancia de tener un espacio de observación cercano a Burgos. Pocas son las ciudades que disfrutan de observatorios tan cercanos. El problema de la contaminación lumínica, provocada por la sobre iluminación de los centros urbanos, dificulta la observación astronómica. El observatorio de Lodoso cumple dos objetivos: por un lado, facilita el estudio astronómico del cielo a las personas interesadas y por otro, acerca esta disciplina a vecinas y vecinos de Lodoso y a las personas que participan en sus actividades de formación y divulgación. Han realizado cursos y talleres en colaboración con el Museo de la Evolución Humana y la Junta de Castilla y León.
También hablamos con Óscar Alonso, Alcalde pedáneo de Lodoso y del Ayuntamiento de Pedrosa de Río Úrbel. Óscar remarcó la importancia de generar actividades innovadoras que conecten pueblos y ciudades y atraigan visitantes a las zonas rurales. Gracias al observatorio astronómico Lodoso se ha puesto en el mapa en el mundo de la astronomía incluso a nivel europeo. Hablamos también de la necesidad de crear oportunidades de empleo en las zonas rurales que permitan fijar población. Actualmente en Lodoso la actividad económica principal es la agricultura y solo existen 2 familias que se dedican a ello de forma profesional. Poco a poco los pueblos se están llenando de visitantes pero, ¿queremos que solo sean un “parque de atracciones”?
En el mismo valle del río Úrbel se encuentra Santibáñez de Zarzaguda. Allí nos recibieron Diego, Juanlu y un nutrido grupo de voluntarias de todas las edades. En 2013 comenzó su actividad la Asociación Huerteco gracias a la cesión de las huertas del convento por parte de Voluntared. Huerteco apuesta por la producción de alimentos sanos y sabrosos, respetando el medio, conservando la tierra y potenciando las culturas rurales y la agroecología. Todo comenzó cuando un grupo de amigos con inquietudes medio ambientales empezaron a soñar con tener un huerto para autoconsumo. Lo encontraron a 30 km de Burgos, en Santibáñez, y decidieron no solo hacer uso de esa huerta para autoconsumo, sino contagiar sus inquietudes medio ambientales a través de diversas actividades. Empezaron con la puesta en marcha y seguimiento de huertos escolares en los coles de la ciudad de Burgos y Lerma. Aprovechando los beneficios del trabajo en el huerto comenzaron a ofrecer actividades terapeúticas a la Asociación Autismo Burgos y Asociación Daño Cerebral Burgos. El contacto con la tierra y el trabajo en el huerto conecta con todas las personas generando bienestar. Así lo comprueban Diego y Juanlu día a día con el desarrollo de estas actividades.
Su último proyecto es Pío-pío Gallina Castellana. Muchos son los coles que han introducido el huerto escolar dentro de su propuesta educativa. Es una herramienta que permite conectar y hacer reflexionar a las niñas y los niños sobre el origen de sus alimentos y los procesos de la naturaleza. ¿Y por qué no acercar también a los animales de la granja? A raíz de esta reflexión, en Huerteco propusieron a los colegios que el alumnado se acercase al ciclo completo de los huevos y las gallinas. Y no con cualquier gallina, sino con la Gallina Castellana.
La Gallina Castellana es una raza autóctona que se ha ido perdiendo en favor de la productividad que dan otras razas. La Gallina Castellana es una preciosa gallina negra que pone huevos blancos. Es una raza muy rústica que se adapta perfectamente a los duros inviernos y calurosos veranos castellanos. Con una alimentación sin suplemento de pienso continúa poniendo con regularidad. Desde Huerteco también colaboran con laAsociación GANECA en la búsqueda de cría, recuperación y mejora esta raza de gallinas.
Gracias a este trabajo en Santibáñez y alrededores la Gallina Castellana ha despertado interés entre las vecinas y vecinos y ya hay gente que han apostado por introducir en sus corrales esta raza autóctona. Y es que las gentes de Huerteco han tenido una gran acogida en la zona. No es para menos, su huerta y sus saberes siempre están abiertos a la participación.