14 de agosto de 2019, Axpe-Atxondo
Biezko Baserria: avanzando hacia la agroecología
El pedaleo por Euskadi está siendo muy diferente a lo que habíamos encontrado hasta ahora. Cuando llegas a las zonas rurales, ves cómo las tierras más fértiles de los valles, cerca de los ríos, han sido ocupadas por la industria donde se concentran los núcleos de más población. Acostumbradas en nuestro viaje a transitar por pequeños pueblos ahora nos encontramos edificios y polígonos industriales. Y, en las zonas más montañosas, dispersos, los barrios y caseríos (baserris). Pese a esto, nuestra siguiente parada nos llevó a un entorno diferente, un valle al que no llegó la industrialización: Axpe – Atxondo.
Nuestra entrada a Axpe-Atxondo (Axpe significa debajo de la peña) nos impresionó. Imponente se abrió frente a nosotras el Anboto con 1.331 m de altitud y su cumbre rocosa. Y a sus faldas un verde valle salpicado de caseríos, por algo le llaman la pequeña Suiza. Es uno de los montes más destacados en Euskal Herria debido a su importancia geográfica y cultural. Según la mitología vasca, en el Anboto vive Mari, diosa femenina que habita en todas las cumbres de las montañas. Representa a la madre tierra, reina de la naturaleza y de todos los elementos que la componen.
Llegamos ya anocheciendo y aprovechamos para ir a cenar a Amillena Benta, en Arrázola, una cooperativa formada por 3 mujeres. Hace solamente 3 meses que Vane, Lur y Jose abrieron esta venta con el objetivo de vincular este espacio a la soberanía alimentaria, la cultura, la formación y la investigación. En su carta encontramos productos locales, ecológicos y artesanos poniendo en valor a las personas productoras y los recursos que ofrece el valle. En la venta no solo se consumen, sino que también se pueden comprar esos productos. Es un espacio para compartir y aprender estableciendo alianzas con el primer sector. Su deseo es organizar durante todo el año talleres, charlas y actividades culturales que dinamicen y reúnan a las vecinas y vecinos del valle. Su base son los cuidados, poner la vida en el centro y, por ello, forman parte de Etxaldeko Emakumeak. Podéis conocer a las protagonistas de Amillena en este video.
Biezko Baserria es un caserío del siglo XVIII en el que habita la bonita familia de Aner y Oihane. Desde hace 12 años se dedican a la agricultura ecológica con gallinas ponedoras, hortalizas, fruta de temporada y transforman todo lo que pueden: mermeladas, patxaran, frutas desecadas… La comercialización de sus productos es en forma de venta directa: cestas semanales, cooperativas de consumo y mercado semanal de Durango. Este mercado tiene lugar cada sábado y son 7 los puestos que venden producto ecológico. Una parte del baserri es alojamiento de agroturismo. En un enclave tan especial a los pies del Anboto, Biezko Baserria es un lugar perfecto para descubrir el valle de Atxondo.
En esta zona, antiguamente se cultivaba mucho trigo y maíz y cada familia tenía algo de ganado para su autoabastecimiento. Actualmente, la mayoría de la gente que vive ahí trabaja fuera, en los núcleos más industrializados. En el valle solo quedan 4 familias que se dedican al sector primario: 2 ganaderas, un pastor y Biezko Baserria con huerta, huevos y fruta ecológica.
Durante años Aner, que estudió turismo y economía, trabajaba fuera del caserío. En esa época, fue reconstruyendo poco a poco el espacio además de gestionar la huerta de autoconsumo que tenía. Oihane estaba involucrada en distintos movimientos y fue ella quien empezó a investigar sobre agroecología. Para ella agroecología es “adaptarnos al medio donde estamos, intentando con el mínimo de recursos, sin muchos aportes externos y poder cerrar cada vez más ciclos.” Oihane le fue llenando la cabeza a Aner de ideas de agroecología. Oihane vivía en Cataluña, estudió Ciencias Medioambientales y de allí trajo la idea del reparto de cestas ecológicas directamente de quien produce a quien consume. Con el baserri reconstruido tenían dos opciones: vivir allí y trabajar fuera, o ya que venían teorizando sobre agroecología y soberanía alimentaria, ¿por qué no aprovechar la oportunidad de poner eso en práctica? Dar sentido a lo que pensaban, cambiar de vida y mantener un entorno rural vivo.
Biezko baserria se ha construido poco a poco, de hecho, manifiestan que están todavía en construcción, que siempre estarán aprendiendo. Lo definen como un “caserío que está en camino hacia la agroecología. Aprendiendo de biodinámica, permacultura, agricultura regenerativa, tracción animal…” Pese a las dificultades que se han encontrado a lo largo de estos años a causa de los fuertes vientos y las inundaciones, Aner y Oihane han aprovechado estas circunstancias para seguir aprendiendo. Ahora están iniciando un rediseño de la finca con el apoyo de Sustraiak para implantar estructuras que les permitan protegerse del viento con setos y cortavientos y controlar el agua para evitar inundaciones. Están trabajando para hacer un diseño hidrológico keyline que permita cosechar el agua y la tierra para evitar la pérdida de suelo por escorrentía e incrementar la fertilidad.
Otra de las nuevas apuestas de esta pareja son los bosques comestibles, ecosistemas formados por plantas, arbustos, árboles con frutas o semillas. Se instalan generalmente cerca de los asentamientos humanos. Se diferencia de un bosque espontáneo, natural, en que concentra en una superficie pequeña una producción intensiva de alimentos, y se diferencia de un cultivo en que requiere menos mantenimiento y baja o nula aportación de insumos. Genera más biodiversidad y un reciclaje total de la materia orgánica. Biezko baserria tiene la idea de crear dos bosques comestibles: uno no productivo que incluirá todo tipo de árboles (frutales, melíferos, fijadores de nitrógeno…), y otro productivo utilizando variedades tradicionales de frutales. Quieren escoger patrones de manzano silvestre que, aunque tardan mucho más en iniciar la producción, son mucho más resilientes y requieren menos atención.
Cuando Aner y Oihane apostaron por esta forma vida se dieron cuenta de que si querían vivir los dos ahí y no trabajar fuera tenían que poner en marcha una actividad complementaria. Reconstruyeron y acondicionaron la parte de las cuadras para organizar un alojamiento de agroturismo. Consta de 6 habitaciones dobles, todas con baño, y en total pueden albergarse 24 personas en la casa. Tiene un enorme salón y una cocina de película. Un espacio amplio, confortable y cuidado, para disfrutar de la belleza de su entorno. Axpe Atxondo es un pequeño pueblo que, aunque está cerca de grandes núcleos de población, conserva un espíritu rural en el que la tranquilidad y la naturaleza son su principal atractivo.
Os animamos a conocer este pequeño rincón de Euskadi presidido por el imponente Anboto y que esconde tesoros como Biezko Baserria, Amillena Benta e interesantes iniciativas como el bar de las piscinas de Apatamonasterio gestionado por la agroasamblada de Elorrio, jóvenes decididos que apuestan por el mundo rural apoyando al sector primario y a las pequeñas iniciativas de producción local.
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[…] Biezko Baserria es un caserío del siglo XVIII reformado como agroturismo con todas las comodidades del siglo XXI. Gran parte se dedica a la agricultura ecológica, con gallinas, hortalizas, fruta de temporada. Está situado al pie del mítico monte Anboto, colindante con el Parque Natural de Urkiola. […]