2 de julio de 2019, Astorga
Astorga: una ciudad muy afortunada
Astorga es una ciudad muy afortunada. No solo tiene una increíble Plaza Mayor, imponentes murallas, o el conocido Palacio de Gaudí, sino que además desde el 2014 un grupo de personas crearon una nueva alternativa para la ciudad: El Huerto Social de Astorga. A raíz de la Asamblea de Astorga, un grupo de personas decidió empezar a trabajar por la Soberanía Alimentaria y mostrar a la gente que se puede cultivar y obtener alimentos sin utilizar plaguicidas. Convocaron una reunión en la biblioteca a la que acudieron más de una veintena de personas. De esta reunión salieron con fuerza e ilusión y se pusieron manos a la obra.
Gracias a la solidaridad y generosidad del vecindario, en poco tiempo les cedieron un espacio situado frente a la antigua fábrica de harinas. Fue allí donde nos recibieron Mariajo, Marta, Olga y Javi. Cuatro de las integrantes del grupo que ocupan una parte de su tiempo libre en dar vida al que antes era un espacio abandonado. Este año han decidido empezar a cultivar con bancales elevados. La mayoría de la gente de Astorga se sorprende, y ellas explican los beneficios de remover la tierra lo menos posible y la importancia de nutrirla y cuidarla. Por ello, elaboran su propio compost y humus de lombriz que aprendieron en un taller en colaboración con la cámara de comercio. Han sido muchas las personas que les han ayudado y asesorado para ponerlo en marcha. Entre ellos se encuentra Juan Arroyo, de Quilos, maestro y divulgador de la biodinámica. Con él han aprendido la importancia de seguir el calendario lunar para que el huerto esté en equilibrio. Además, les muestra el poder de sus preparados.
Fernando es un vecino de 82 años que vive justo en frente del huerto. Desde su balcón ha visto como ese solar poco a poco tomaba vida. Desbrozar, ordenar, montar la caseta, colocar los depósitos, labrar la tierra, organizar el rincón de las aromáticas, cultivar alimentos… Fernando conoce a todas las personas que integran el colectivo, ahora mismo están en activo unas 15. Desde su balcón les da consejos y les informa de quienes han pasado.
El Huerto Social Astorga no solo es un punto de encuentro para sus integrantes, sino que es un espacio para aprender de la tierra y con la tierra. Las personas que forman el Huerto Social Astorga saben que en torno a la huerta se pueden crear acciones transformadoras. De esta forma, desde hace 2 años realizan actividades con el alumnado del instituto para que estén en contacto con la tierra y vean que se puede cultivar alimentos de forma natural. También realizan actividades con ALFAEM Salud Mental León y ACCEM que trabaja con personas refugiadas. Pensaron que sería buena idea utilizar el trabajo del huerto para que alumnas y alumnos del instituto y los participantes de estas asociaciones se conocieran participando conjuntamente en las actividades del huerto. Comienzan con una presentación de lo que significa la agricultura ecológica y la biodinámica. Después, manos a la obra: preparar plantones, sembrar, quitar hierbas… Todas trabajan formando un solo equipo. No es hasta el final de la actividad que se informa a los chavales del instituto que sus compañeros de huerto son personas refugiadas o son integrantes de la asociación ALFAEM salud mental. Y ahí siempre se da un momento mágico en el que se desmontan prejuicios y estereotipos. Una propuesta innovadora y transformadora surgida de la ilusión, la capacidad y el compromiso de este grupo de personas que miran más allá y quieren construir una verdadera alternativa para su ciudad y la sociedad.
La gente del Huerto Social Astorga cree que es fundamental la unión y la creación de redes. Por eso, ya llevan 3 años organizando encuentros e intercambio de semillas una vez al año en su huerta. Forman parte de la Red de Semillas de León y en el último encuentro fueron más de 100 personas las que se acercaron para resembrar e intercambiar. Suerte han tenido en estos encuentros que personas como Ricardo Dávila y Mikel Gómez Baraja han compartido sus saberes en estos encuentros. Y suerte también contar con Los Titos siempre dispuestos y echando una mano entre pucheros.
En Rabanal del Camino, un pueblito a 23 km de Astorga, conocimos a Fernando, otro de los integrantes del Huerto Social Astorga. Nacido en Madrid, pasaba todos los veranos en Astorga, y cuando con 15 años sus padres le preguntaron “¿Qué te parece si cuando papá se jubile nos vamos a vivir a Astorga?”. Fernando no lo dudó. Esa idea de libertad, espacios abiertos y vida con la naturaleza le llevaron a aceptar sin pensárselo dos veces.
Muchos años lleva ya Fernando por tierras leonesas. Hace 10 años la vida le llevó a Rabanal del Camino. Quiso integrar sus conocimientos como maestro de obra en la bioconstrucción, dejar de utilizar cemento para utilizar materiales más naturales y menos contaminantes. Su casa, un espacio hermoso en lo alto del pueblo, está construida con balas de paja y materiales reciclados. Han sido muchas manos las que le han ayudado a levantar su hogar. En este periplo, a nivel profesional cada vez son más las personas que contactan con él para construir y rehabilitar casas “de otra manera”. Porque las técnicas de bioconstrucción a parte de utilizar materiales locales y ser respetuosas con el medio ambiente ofrecen soluciones para aislar los espacios y mantener temperaturas constantes a lo largo de todo el año. La casa de Fernando de 60 m2 se calienta con una pequeña estufa de leña que es suficiente para estar confortable día y noche en los fríos días de nieve en Rabanal del Camino.
En Rabanal del Camino y gracias a la hospitalidad de Fernando pasamos un día maravilloso disfrutando de su finca. Un espacio sencillo desde el que se admira todo Rabanal del Camino, un lugar en el que conectar con la naturaleza. Largas charlas y reflexiones con Fernando sobre la vida, los valores y el futuro. Hablaba Fernando de Domingo, un paisano que ayudó mucho cuando empezaron con el huerto. Decía Domingo “el ser humano tiene la fuerza y capacidad de crear cosas hermosas y también de destruir todo a su paso”. Fernando construye otro tipo de hogares, el Huerto Social de Astorga es otro tipo de realidad. ¡Gracias!
3 Comments
[…] en Valdespino de Somoza forma parte de la Red de Periodistas Rurales Nacionales. Toñi trabaja en Astorga Redacción que dinamizan la información local participando en red con ileón e infobierzo. Periódicos […]
Maravillosa iniciativa tanto de Biela y Tierra como los imprescindibles maragato, que curran, enlazan y avanzan con ecología, conciencia y mucha cooperación. Graciass
Es una increíble acción social tanto para los enfermos como los estudiantes.Estando incluida en un grupo de enfermos que he pasado durante muchos años por crisis depresivas veo tan necesario esto acercamiento para que la gente no nos vea cómo bichos raros Somos personas normales y luchadoras,amantes de la naturaleza y un largo etc ……..Ánimo por vuestra trabajo