2 de octubre de 2019, Torrecilla de Alcañíz

Torrecilla de Alcañiz: nuevo espíritu rural

Nuestro paso por tierras turolenses fue muy intenso, lleno de actividades entre ellas distintas aulas del IES Matarraña, en Valderrobres. Disfrutamos mucho conociendo al alumnado, reflexionando en grupo sobre el momento en el que nos encontramos. Los tiempos venideros no van a ser fáciles y, conscientes de ello, estuvimos discutiendo sobre las alternativas reales que existen ya en nuestros territorios a través de la alimentación.

Salimos de Valderrobres hacia Torrecilla de Alcañiz. Pedaleamos por colinas onduladas, rodeadas todo el camino de cultivos de almendros y olivos y, dejando atrás los bosques de pinos empezamos a ver de nuevo cultivos de cereal. Llegamos a nuestro siguiente destino para encontrarnos con los Hermanos Lorenzo, referentes en agricultura y ganadería ecológica. Empezaron hace más de 20 años con los campos de olivos de la variedad empeltre en ecológico y, poco a poco, fueron ampliando con campos de almendro, cereal y forraje en ecológico hasta que en 1997 ya tenían toda la finca certificada. Joaquín, ingeniero agrícola, fue el primero que comenzó con estas ideas. Poco a poco el resto de hermanos José Manuel, Luis Miguel, Santiago y Adrián, fueron conociendo esta nueva manera de ver y trabajar la tierra. Pero entre todos fue Santiago el que la agroecología atrapó con más fuerza y empezó a asistir a cursos y formaciones.

Santiago está convencido de que es necesario motivar a más agricultores a dar el paso y convertirse a ecológico. En España ahora mismo somos el número uno en producción en agricultura ecológica en Europa y, para Santiago “el potencial que tiene este país es mucho más. Es importante conservar y recuperar tradiciones y saberes de nuestros abuelos, y partiendo de ese punto junto con todo lo nuevo hay que seguir progresando hacia el modelo ecológico. Si desde las administraciones hubiera un apoyo más decidido, no solo en ayudas directas sino desde otros apartados como investigación, conocimiento, promoción, etc. podríamos llegar a un modelo de agricultura ecológica sostenible en el territorio que sería mucho más productivo y podría ser mucho más viable económicamente con más tecnología, más conocimiento y más canales de comercialización abiertos.” Es de vital importancia que no solo aumente la superficie de cultivo ecológico en España, sino que cada vez haya más personas que se dediquen a ello. Hay que estar atentas porque cada vez con más fuerza aparecen modelos agroindustriales ecológicos que están escondidos detrás del capitalismo verde y que simplemente sustituyen los insumos utilizados por otros orgánicos pero no incorporan el necesario cambio de modelo en el que el respeto por la tierra y por las personas que trabajan y proveen de alimentos debe ser lo principal.  

En la empresa familiar, en 1999, aumentaron su producción introduciendo ganado, en concreto ovejas con las que, posteriormente, también darían el paso a ecológico en 2008. En la familia nadie se había dedicado a la ganadería antes, pero siguiendo los criterios de la agroecología decidieron empezar con el ovino que les permitiera usar los recursos de su finca y rentabilizarla económicamente. Al convertir en ecológico la finca deben incluirse rotaciones de cultivos en las tierras de secano combinando forraje con cereal. Un rebaño de ovejas es un complemento perfecto para este modelo. Al complementar la agricultura con la ganadería, las vezas y avenas cultivadas para forraje son el alimento para sus propias ovejas. De esta forma, nos decía Santiago, “se benefician las dos partes. Por un lado, en las tierras de secano se hace cereal y a parte también vezas, avenas para forraje, así, la tierra está más cubierta siempre, más vegetalizada continuamente. Por otro lado, estos forrajes los empleas en la propia finca ganadera y se valorizan más. Cerrar ciclos es lo ideal para la economía de la finca. Además, con la ganadería extensiva aportamos estiércol de calidad a los campos.” La agroecología una de las cosas que persigue es cerrar el ciclo de vida de los productos, los servicios, los residuos, el agua y la energía.

En la época que empezaron con el ganado ya se empezaban a ver macrogranjas de cerdos o pollos por la zona, pero estos hermanos tenían claro que querían algo más natural y las ovejas en extensivo fueron su elección. Con Santiago reflexionamos sobre estos modelos de ganadería. “La ganadería industrial ahora tiene una fuerza económica impresionante porque las materias primas son muy baratas y hay demanda internacional de este tipo de carne. Es una economía muy importante en las zonas rurales.” Sin embargo, “desde el punto de vista ambiental sería interesante que se potenciase la ganadería extensiva para que se pueda desarrollar un entorno rural sostenible que no dependa de la ganadería intensiva que medioambientalmente no es sostenible. A día de hoy la ganadería intensiva aporta trabajo y economía a las zonas rurales, pero medioambientalmente no es sostenible.” Y ¿qué futuro les depara a esos pueblos?

Para poder tener territorios predominantemente con ganadería extensiva se han de cambiar los hábitos de consumo: “es importante que el consumidor se dé cuenta de que la carne industrial es muy barata, pero tiene que mirar lo que aporta. Si el consumidor toma conciencia y cambia hacia un modelo de carne más sostenible y natural el desarrollo de la ganadería podría ir por otros modelos. La verdadera fuerza de cambiar el modelo ganadero la tiene el consumidor.” Necesitamos cambiar el modelo hacia un consumo consciente y transformador para poder asegurar un mundo habitable a las generaciones presentes y futuras. En el Estado español, siendo éste el productor europeo líder en ecológico, el consumo de productos ecológicos es muy bajo. Es necesario un cambio de criterios de consumo que se fundamenten en el apoyo mutuo entre el mundo rural y el mundo urbano, entre agricultores y consumidores, entre la agricultura y la ganadería… Desde la comunidad agroecológica se están construyendo y defendiendo propuestas que tratan de alejarse de la agroindustria, cerrando ciclos, dependiendo lo mínimo posible de insumos externos y estableciendo relaciones de confianza a través de la venta directa.

La filosofía que nos contaba Santiago va más allá, percibimos un amor y dedicación al cuidado de la tierra y de los seres que habitamos en ella. Así, con esta sensibilidad, Santiago llegó a la biodinámica que se basa en “conocer las estrellas y la luna, las influencias que estas tienen en los cultivos como decían nuestros ancestros” nos explicó. Para la agricultura biodinámica lo más importante es, aparte de ver las influencias del cosmos, el trabajo con el compost. Hacer un compost de calidad evita adventicias en los cultivos y plagas. En biodinámica se realizan preparados a base de plantas para que el compost haga una buena digestión y deja a la tierra el alimento preparado. “Igual que nosotros aderezamos las comidas, en agricultura biodinámica añadimos plantas al compost para que le den la fuerza necesaria a la materia orgánica y poder tener cultivos sin problemas ni plagas” comparaba Santiago. Aquí, en Aragón, una vez al año se juntan un grupo de personas para elaborar los preparados a base de plantas “al juntarte un grupo de gente hay una comunicación, una armonía y, así, aportamos nuestra energía a esos productos”. Un ejemplo más de trabajo en equipo generando sinergias y uniendo saberes.

La importancia de la unión entre personas era visible también en el propio pueblo de Torrecilla. Un pueblo lleno de vitalidad. En Torrecilla nada más llegar nos recibieron en el centro social Inma y Puri, amigas y excelentes anfitrionas. Un lugar de encuentro donde al día siguiente tuvimos la suerte de ofrecer una charla y compartir nuestras experiencias con vecinas y vecinos. Un pueblo con grupos de música, teatro, gimnasia… Actividades de encuentro y ocio para fomentar la cohesión social intergeneracional. Un ejemplo que creemos ha de ser replicable en todos los territorios. Y todo esto, además se manifiesta también a nivel administrativo. Este último año, con las elecciones de mayo, un grupo de jóvenes está en el Ayuntamiento. Carmen, la alcaldesa, con más experiencia y veteranía acompaña a Ignacio, Marta, Sara y Jorge en esta andanza. Ignacio, Concejal de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, nos mostró la depuradora biológica. Ya vimos en Fabara que esta la alternativa más viable, económica y medioambientalmente hablando, para la gestión de aguas residuales.

De Torrecilla nos fuimos con esperanza y alegría. Un pueblo implicado en la construcción de comunidad y una familia ocupada y preocupada en hacer de su territorio y del mundo lugares más sostenibles. Los hermanos Lorenzo son un modelo que demuestra el poder de lo pequeño. “Estamos mucha gente haciendo agricultura ecológica, no somos pocos como dicen y cada vez hay más personas que se lanzan a la agroecología. Gente con ganas de trabajar y que sabe mucho. Animo a más gente se lance a ecológico porque es viable y la Tierra y las personas nos lo van a agradecer, porque si no comemos cosas saludables vamos a tener enfermedades y problemas de todo tipo. Si trabajamos todos juntos esto es posible. Vamos lentos, pero vamos seguros y este es el camino. Me gustaría decir a los agricultores y consumidores, a todo el mundo, que nos animemos porque entre todos tenemos que cuidar esta casa común que tenemos. Si no la cuidamos nosotros no lo va a cuidar nadie. Este planeta azul todavía se puede salvar, todavía tenemos fuerzas y energías para que esto se revierta. Y entre todos podemos hacerlo.”

Porque en Torrecilla se mueven cosas interesantes con nuevas sensibilidades y maneras de mirar. Agrodanza de Daniel Esteban grabado en la nave de los hermanos Lorenzo en Torrecilla de Alcañiz. ¡Qué viva el arte y la agroecología!