24 de junio de 2019, Abia de las Torres
La familia que siembra
En Abia de las Torres nos sumergimos al completo en una hermosa y acogedora familia. En casa estaban David y Pablo, Marisa, pilar fundamental, y Sandra y Silvia, sus nietas. Desde el principio nos sentimos parte de ella. El primer día, fuimos toda la familia de excursión en bici para conocer la granja de pollos ecológicos “Guerra” en Castrillejo de Villavega. Marisa fue la principal impulsora de esta ruta ya que es amante de las bicis. Y no solo eso, sino que además se hace cargo de un maravilloso huerto al lado del hogar. Cultiva con mimo y esmero hortalizas, aromáticas y fruta que nutren a la familia. Marisa, hasta hace 7 años tenía una tienda en los bajos de la casa donde se podía encontrar de todo: alimentación, mercería, higiene, limpieza, menaje, etc. Desafortunadamente, la fuerza invasora de las grandes superficies y supermercados hicieron que Marisa cerrase su tienda. Ahora, Abia de las Torres se ha quedado sin ningún lugar donde poder comprar.
Aquí nos encontramos con uno de los frutos que salieron de las formaciones en agricultura ecológica que se realizaban en Amayuelas de Abajo: Pablo García. Él practicaba “agricultura convencional”, bueno, como él denomina “agricultura industrial, convencional era lo que hacía su abuelo”. Pablo era firme defensor del glifosato y la fertilización química, lo importante era producir y tener maquinaria grande. Para poder rentabilizar todo esto, cada vez más hectáreas. Llegó a cultivar 200 hectáreas. Trabajaba todo el día y las cuentas no le salían. Cada temporada, para poder tener la producción que requería, utilizaba más herbicida y abono. Este camino no tenía ningún sentido. En los cursos de agricultura ecológica que ofrecían en Amayuelas de Abajo descubrió que había otra forma de cultivar.
En los 90 empezó a cultivar de forma ecológica y redujo la extensión hasta las 80 hectáreas que cultiva actualmente. Produce distintos tipos de cereales (avena, cebada, trigo y centeno), patatas, forraje, lentejas, garbanzos y hasta 6 variedades distintas de alubias (blanca de riñón, canela, negra, arrocera, pinta y pinta americana). Al empezar en agricultura ecológica debía buscar nuevas vías para vender su producto: decidió apostar por la venta directa. De esta forma, podía decidir sobre el precio de su producto y que fuese acorde al costo de producción. Sin embargo, en la “agricultura industrial” son los almacenes y el mercado quienes fijan el precio y el campesinado no tiene ninguna voz. El forraje y los cereales se venden directamente a ganaderos y ganaderas de Cantabria y Asturias con los que se han establecido relaciones de confianza. El resto de productos los venden a grupos de consumo y en el mercado agroecológico de Palencia y Valladolid. Las legumbres se comercializan tanto en seco como en embotado para beneficiarse de su valor añadido.
En el 2001, junto a otros productores de Castilla León crearon la Asociación de Productores y Consumidores Ecológicos (APYCE) en la que se integran productores y consumidores de productos ecológicos de Castilla y León que permite la venta y coordinación de productores para facilitar la comercialización. Pablo siempre ha sido una persona activa y comprometida. Fue presidente de COAG Palencia y es un gran divulgador de la agricultura ecológica, del cooperativismo, de la importancia de crear redes y relaciones entre productores y consumidores. Una vez jubilado, como no podía ser de otra manera, Pablo se ha vuelto a “enredar” con el proyecto “Tú haces comarca”. Un espacio de foros y encuentros de reflexión en distintas localidades. Mensualmente se realizan estas reuniones en las que lo importante es crear vínculos y generar espíritu de comarca. Un proyecto muy interesante dada la situación actual, ya que permite que la gente se encuentre en un espacio abierto para hablar y compartir temas de la vida.
Pablo fue promotor del Mercado Agroecológico de Palencia hace 10 años. Este mercado actualmente se realiza una vez al mes en la Plaza Mayor, el segundo sábado de cada mes por la mañana. Consta de 18-20 puestos y en él se puede encontrar: carne, pan, huevos, miel, hortalizas, caracoles, legumbres, germinados, cosmética, productos lácteos, fruta y nueces. Una iniciativa que tiene una gran aceptación entre las vecinas y vecinos palentinas que tienen a su alcance productos sanos y de calidad donde se crean relaciones de apoyo mutuo con quienes producen. Espacios como este mercado son esenciales para transitar hacia la Soberanía Alimentaria en nuestras ciudades. Es vital para nuestras sociedades que desde las administraciones se faciliten y permitan lugares así.
Hace 9 años, David, hijo de Pablo y Marisa apostó por continuar con la labor de su padre. David no se imagina haciendo otro trabajo: “tener contacto con la naturaleza, ser tu propio jefe y no estar marcado por un horario fijo” son algunos de los motivos. A David le gusta la conexión con la tierra y la satisfacción de hacer bien el trabajo. Como bien le mostró su padre “hay que coger el momento oportuno para hacer las labores en el campo. Hay que tener intuición y sensibilidad para conectar con la tierra y entender lo que ocurre en cada momento”. Abia de las Torres es un pueblo afortunado, tiene 8 jóvenes menores de 40 años que se dedican al sector primario, 7 de ellos agricultores y 1 apicultor. David es el único de ellos que cultiva en ecológico. “Hay que tener mentalidad y yo lo he vivido desde joven” dice David.
Con Marisa, Sandra, Silvia, Pablo y David comimos las legumbres ecológicas que cultivan, el chorizo casero, el vino ecológico de la zona… Alimentos cocinados con cariño, sanos y nutritivos que nos dieron fuerzas para seguir pedaleando. Ya lo decía Hipócrates y Pablo lo repitió en varias ocasiones «Que tu medicina sea tu alimento, y el alimento tu medicina”.
2 Comments
Que bien!!!
Me encanta hacer parte de la familia…aun en la distancia. Un abrazo para todos desde Colombia.
Me encanta el planazo muy hogareño parece.