¿Un pueblo en el que son sus vecinas y vecinos las que deciden qué necesitan y cómo pueden avanzar para llenar sus calles de vida? Pues sí, se puede. Desde Artieda, se está llevando a cabo Empenta Artieda, “Una propuesta de Investigación-Acción Participativa (IAP) para enfrentar la despoblación desde el ámbito local.” En el método IAP lo importante es conocer y actuar, implicando a la población que se convierte en investigadora de su realidad (sus problemas, necesidades, capacidades, recursos) y en generadora de soluciones y alternativas para abordarla.
Y es que Artieda se puso en marcha a través de la acción y la participación, para que sus vecinos se empoderaran actuando frente a los problemas de despoblación que afectan a todo el medio rural, agravado en el caso de Artieda por la afección que sufre como consecuencia del recrecimiento del embalse de Yesa. Actuar mediante la movilización colectiva proponiendo soberanía y autogestión ha desembocado en el empoderamiento y la acción transformadora del propio pueblo. Pero todo esto no sale de la nada. En 2016, el Ayuntamiento de Artieda empezó con este proceso. Anchel Reyes, sociólogo de formación, y Víctor Iguácel, nacido en Artieda, impulsaron esta propuesta junto con 3 concejales del Ayuntamiento y las técnicas de desarrollo económico de la comarca. Rápidamente el pueblo lo hizo suyo, y es que en Artieda el espíritu comunitario siempre ha estado muy presente.
En 2017 se realizó la parte de Investigación, el diagnóstico participativo a través de encuestas, encuentros entre vecinas y grupos de trabajo y talleres participativos. Se hicieron preguntas muy diversas: “¿Qué echas en falta viviendo en Artieda o qué necesitarías para vivir aquí? ¿Hasta cuándo se considera a una persona joven en Artieda? ¿Qué crees que necesita la gente joven para vivir aquí?” fueron algunas, entre otras. Hubo una enorme participación de vecinas y vecinos de todas las edades. Una vez terminadas las encuestas, todo el mundo estaba expectante por saber los resultados. Tras analizarlos vieron que para construir el futuro del pueblo había tres áreas de trabajo claramente diferenciadas y necesarias: empleo, vivienda y socialización. Y, aunque no salió identificada en la encuesta, el grupo motor o colla motor añadió una cuarta área imprescindible para la vida, los cuidados.
La intervención se inició en el 2018. Diseñaron un plan de acción que respondiera a las necesidades identificadas a través de talleres participativos y debates sobre el diagnóstico. Gracias a todo esto se concretaron 30 propuestas: 16 de trabajo, 2 de vivienda, 7 de socialización y 5 de cuidados que respondían al horizonte deseado dibujado por las vecinas y vecinos. Y llegó el momento de ponerse manos a la obra.
Para la vivienda se reformó un edificio municipal que a día de hoy son dos apartamentos que albergan familias jóvenes de nuevos habitantes. Se propuso también, con el asesoramiento de Zaragoza Vivienda, un plan para promover el alquiler de viviendas privadas con el apoyo del Ayuntamiento. Siguiendo el modelo de Navarra, en el que desde la administración se apoya económicamente la rehabilitación de viviendas, se garantiza la habitabilidad para quien alquila, se hace de intermediario en el proceso y se asegura el cobro, pretendían ampliar la oferta de viviendas de alquiler en Artieda. Se ha elaborado un plan de alquiler que está en proceso de implementación.
Para el área de trabajo, las dificultades de acceso a Internet de calidad eran una limitación. A través de un proceso participativo las vecinas el pueblo decidieron contratar un servicio comunitario de Internet, con Ribagüifi, con el que hicieron llegar una señal de calidad la pueblo. Cada familia aportó una cuota inicial para poder instalar la infraestructura. A partir de esto, cada hogar que desee internet paga una cuota fija al mes, y ellos mismos realizan mantenimiento y autogestión de la red a nivel municipal. Esa acción se complementó con la inauguración de un espacio de coworking en instalaciones municipales. Facilitar un espacio equipado en el que poder trabajar es esencial para permitir compatibilizar la vida en el pueblo con la realidad del mercado laboral vinculada al teletrabajo. La creación de alternativas laborales en el pueblo sigue siendo una de las preocupaciones y tema de debate en el pueblo, especialmente entre los jóvenes. A día de hoy están valorando la posibilidad de impulsar alternativas laborales colectivas.
Para el área de los cuidados se vio especialmente importante trabajar con la gente mayor y de ahí nació el programa Envejece en tu pueblo, que se centra en cubrir las necesidades básicas de las personas mayores para que puedan seguir viviendo en su hogar y en su pueblo. Este programa incluye distintas actividades que llevan a cabo desde Senderos de Teja: acompañamientos individuales con Rosa, psicóloga; acompañamientos externos para visitas esporádicas al médicos, al banco, etc.; comedor social dos días a la semana, en el que se reúnen en el albergue del pueblo mayores, voluntarios y todas aquellas personas que quieran compartir alimento para el cuerpo y para el alma como vimos en Arenillas de San Pelayo; talleres de entretenimiento y gestión del grupo de voluntariado para dar forma a la vecindad. Estuvimos comiendo y compartiendo con algunas de las personas que van al comedor. Como nos decían en la comida, tener este comedor es “lo mejor que nos puede pasar, porque podemos seguir viviendo en nuestro pueblo”. Nos hablaron de la historia del pueblo, de cómo han cambiado las cosas, de las nuevas vecinas y los jóvenes que llenan de vida las calles… Sabiduría y experiencia de nuestros mayores que merecen ser cuidados, respetados y reconocidos ya que ellos son parte imprescindible del pasado y presente de nuestros pueblos.
Senderos de Teja está formado por Diego, Rosa, Rebe, Isidre y Natalia que llegaron a Artieda a principios de 2018, para hacerse cargo de la gestión del albergue y restaurante del pueblo. Nuevos pobladores que se suman a la fuerza del pueblo y van más allá. Su deseo es mantener los pueblos vivos de forma sostenible, aprovechando los recursos de cada territorio y generando un impacto positivo. Rosa y Diego nos explicaban que las personas mayores son como los árboles, cuantos más años tienen, mayores son las raíces y más difícil es transportarlos. Poder alargar al máximo el tiempo en el que las personas mayores pueden seguir viviendo en sus casas, sin ser dependientes es esencial para mantener vida en los pueblos, fijar población y servicios en las zonas rurales. Senderos de Teja lleva ya años impulsando programas como el Envejece en tu pueblo en distintos territorios. Con su experiencia ofrecen servicio de consultoría para que este programa pueda ser replicado en otros territorios. Antes de empezar el programa es importante hacer un diagnóstico de las necesidades que incluya conocer cuáles son los miedos y las inquietudes de las personas mayores: la soledad y tener que abandonar su pueblo suelen ser los más comunes.
El desarrollo rural será con conciencia ecológica o no será. El desarrollo rural debe ser intersectorial e intergeneracional. Lo tienen claro en Senderos de Teja, por eso, desde el primer momento se involucraron en el proceso de Empenta Artieda proponiendo e impulsando actividades de dinamización como la Jornada Agroecológica y de intercambio de semillas que se realizará en septiembre. Y esta es sólo una de las actividades de dinamización que se ha organizado en Artieda. Favorecer la dinamización y la socialización del pueblo y sus habitantes era otra de las áreas impulsadas desde Empenta Artieda. Muchas han sido las actividades que se han propuesto, jornadas de Montaña, encuentros de promoción de la lengua aragonesa, campeonatos deportivos o la novedosa Expo Choven. Y es que el espíritu colectivo y comunitario es algo que se respira y se siente en Artieda, empezando por la Tabierna el bar-cantina comunitaria y colectiva que usan y cuidan todas las vecinas y vecinos del pueblo o la lucha por el recrecimiento del pantano de Yesa con la que llevan más de 40 años movilizándose y actuando. Y es que, Artieda es un pueblo con muchas generaciones marcadas por la sombra de Yesa.
En 1959 fue inaugurado el pantano de Yesa, haciendo desaparecer los pueblos de Tiermas, Ruesta y Escó. Como nos contaba David, uno de los vecinos asiduos al comedor social de Envejece en tu pueblo, “ mi madre era de Tiermas y mi abuela con 96 años tuvo que abandonar el pueblo al ser inundado. Tiermas era el motor de la comarca, tenía autobús a Jaca todos los días porque con los baños termales mucha gente venía. Con el pantano todo eso quedó sepultado y la comarca perdió riqueza, fuerza y oportunidades”. El valle tenía una vega muy fértil que proveía de alimentos a una población importante y servía de eje de comunicación de la Canal de Berdún que unía los valles del Roncal, Hecho y Ansó. Tras la construcción del pantano el territorio quedó fracturado. Creó un vacío poblacional, reduciéndose de 2.727 habitantes en 1950 a poco más de 700 en 1970. Un valle marcado por tierras y casas expropiadas, familias partidas y huida a la ciudad para ofrecer mano de obra a la industria que tanto lo necesitaba.
Estos hechos marcan y siguen marcando la historia pasada y presente de Artieda, porque en 1985 se presentó la propuesta de recrecimiento del pantano para triplicar su capacidad. Posteriormente se reformuló para reducirlo, solamente duplicar su capacidad, pasar de 500 a 1.000 hm3 y, con este recrecimiento, de nuevo inundar zonas de cultivo y expropiar tierras de vecinas y vecinos de Artieda y del término municipal. Y desde ese momento los jóvenes de Artieda no se resignaron y ya son varias generaciones que luchan y denuncian el sinsentido de un recrecimiento que tendrá un enorme impacto social, medioambiental, económico, cultural y paisajístico. Un embalse que pretende hacer regular el caudal de un río, como el Ebro, naturalmente irregular, construyendo dos enormes balsas de agua en la parte alta, el pantano de Itoiz y Yesa. Muchas han sido las modificaciones que ha sufrido el proyecto de recrecimiento de Yesa desde sus inicios. Multitud de irregularidades, falta de criterios técnicos claros, manipulación informativa y un aumento sobre el presupuesto inicial que supera el 260 % la han convertido en la obra hidráulica con mayor presupuesto de todo el Estado.
Hay fundadas dudas sobre la seguridad de la obra planteada con deslizamientos primero de la ladera derecha, y por último, el deslizamiento de la ladera izquierda que provocó el desalojo de toda una urbanización perteneciente a la población de Sangüesa y, con ello, una gran movilización y rechazo al por parte de sus vecinas y vecinos. Con el recrecimiento del pantano se inundaría también una parte del Camino de Santiago que pasa por Aragón con el impacto cultural que eso conlleva. Pero las obras para el recrecimiento siguen adelante. Y las gentes de Artieda siguen con su lucha y la reivindicación de mantener sus tierras y su historia, poder seguir viviendo en su pueblo y de sus tierras.
En esta lucha, en 2012, en una acción de protección y protesta para evitar la expropiación de 62 hectáreas de tierras del término municipal de Artieda se produjeron fuertes cargas policiales contra el cordón de vecinas, vecinos y colaboradores que acudieron a apoyar a Artieda. Numerosas personas heridas, y 8 personas inculpadas y sentenciados a pagar multas por delitos de resistencia. Y este recrecimiento ¿para qué está planteado? En un principio se planteó dentro del proyecto de trasvase del Ebro, que quedó paralizado frente al enorme rechazo que mostró la población. Pero la propuesta de recrecimiento sigue ahí, las obras avanzan, y parte de las tierras han sido expropiadas. Desde la Confederación Hidrográfica del Ebro y las administraciones plantean nuevos usos para este recrecimiento como por ejemplo el aumento de abastecimiento de agua para regadío en la Comarca de Las Cinco Villas. Pero hay dudas de que esto sea cierto, entre otras cosas porque no se están haciendo obras en los canales que llevan el agua hasta allí y, a día de hoy, el caudal ya es el máximo posible. Si pensamos en el trasvase del Ebro, la agricultura intensiva de Levante y los numerosos campos de golf que cada vez llenan más la costa necesitan enormes cantidades de agua para su mantenimiento. ¿Hasta cuándo se querrá mantener un modelo explotador de recursos, degradador de tierras y de personas?
En Artieda hay un grupo de jóvenes que han apostado por volver a su pueblo como hace 30 años otra generación decidió lo mismo. La sombra de Yesa les ha aportado unión, fuerza y decisión y sobre todo valorar y amar a su tierra sobre todas las cosas. Porque como su pueblo, no hay otro. Esto lo tienen claro y ahora es el momento de proponer y construir, el mundo necesita muchas Artiedas.