7 de junio de 2019, Sartaguda, Navarra
Sartaguda en movimiento
En nuestro quinto día de ruta desayunamos con la Pili, una de esas mujeres imparables a las que el día les cunde el doble. Siempre con una sonrisa, siempre adelante. Compartimos recuerdos de su niñez y adolescencia en aquella Calahorra llena de mercados de vida. Todavía conserva sabiduría en la bajera de su casa donde embota, prepara licores, seca jamones y regala comidas deliciosas a tantas amistades que acoge.
A buen ritmo pusimos rumbo a Sartaguda. En el camino nos unimos a un rebaño de 405 ovejas, el perro que las guiaba y el pastor que las acompañaba. Nos explicó la situación actual del pastoreo: apenas quedan esquiladores ni pastores, ni se conoce el enorme beneficio que suponen los rebaños controlando la maleza de los montes. Mientras, los supermercados están llenos de carne de animales que viven encerrados.
Seguimos pedaleando hasta nuestra cita en la finca experimental de agroecología del INTIA. Seleccionamos esta iniciativa por ser uno de los pocos centros de investigación que apuestan por técnicas agroecológicas que permitan una agricultura sostenible. En colaboración con una empresa papelera, Amaya está llevando a cabo un ensayo pionero a nivel mundial con acolchados de papel. Tanto en agricultura convencional como ecológica, para evitar las “malas hierbas” se acolcha el suelo con plásticos. Cuando termina el cultivo estos plásticos se llevan a reciclar pero parte de ellos se queda en el campo. Esto conlleva un verdadero problema medioambiental.
También hablamos con Salomón, que señaló que mientras la investigación en agricultura convencional se limita a ensayos dirigidos a solucionar un problema específico, en agricultura ecológica lo importante es establecer estrategias dirigidas a la comprensión y el equilibrio de todo el agroecosistema.
Nuestra siguiente parada: Torre Verde. Nos recibió Jaime, uno de los cuatro integrantes de esta cooperativa que gestiona 25 ha de hortalizas en ecológico, de ellas, 15.000 m2 en invernadero. Desde el 2006 producen para abastecer principalmente a Gumendi y casi el 100% de su producción está vendida de antemano. Un ejemplo claro de que producir en ecológico es posible para grandes extensiones y es rentable a nivel económico. Pese a que la ribera de Sartaguda es eminentemente agrícola tan solo el INTIA y Torre Verde han apostado por un manejo ecológico.
Desde el Ayuntamiento de Sartaguda tenían clara la necesidad de ofrecer actividades de ocio alternativo para jóvenes y mayores del pueblo. Por eso, pensaron que poner en marcha un proyecto de bioconstrucción conjunta y un huerto comunitario podría ser una buena idea. Y así, nació Ortutxo. ¿En un pueblo agrícola es necesario un huerto comunitario? La experiencia ha demostrado que sí. Empezaron construyendo una cabaña con balas de paja para guardar los aperos. Semanas y semanas de trabajo conjunto. Cada uno con su labor para llegar a ver la caseta terminada. ¿Y después qué? 15 huertos de 100 m2 y esta temporada se han ampliado 9 huertos más. Están en proyecto un gallinero y un compostero comunitarios. Desde jóvenes de 15 años hasta personas jubiladas, todas tienen su espacio para compartir sabidurías y semillas. Una experiencia que ha creado comunidad en Sartaguda, un espacio de convivencia y de conexión a través de la tierra.
Ortutxo está al lado del Parque de la Memoria. Sartaguda es conocido como el “pueblo de las viudas”. En el 36, asesinaron a 86 hombres de entre 20 y 35 años. Una generación entera. Un pueblo marcado por el dolor y el sinsentido de los odios. Al morir Franco, lo tuvieron claro: sus muertos no podían seguir en las cunetas. El pueblo se unió. Con picos y palas honraron la muerte de esos hombres y la vida de sus viudas que durante tantos años siguieron adelante manteniendo vivo su recuerdo.
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[…] “Apenas quedan esquiladores ni pastores, ni se conoce el enorme beneficio que suponen los rebaños controlando la maleza de los montes. Mientras, los supermercados están llenos de carne de animales que viven encerrados.” Pastor de Sartaguda. […]